27.5.15

Sights -

Hará ya unos meses que lo escribí. Me he visto en la necesidad de escribir que había vuelto a escribir. Creía conveniente que supieras que la única razón de ello eres tú. 

_____________________________________________

Que ya te veo en la forma en la que aparto el pelo de mi cara, en ese mechón revoltoso y rebelde, te veo al caerme de la cama, te veo en el calor, te veo y te siento detrás de mí (que no mío); abrazándome, calentándome los pies; te veo en los silencios y hasta en las sonrisas... Te veo en el rojo, en el cinco, en el ocho, en la poesía, en una melodía... Qué ironía y qué estúpida, ¿no?.

Cuando entrecierro los ojos parece que te veo. A veces creo verte cuando el viento roza mi cuello, en las cosquillas que encuentras; como si de tesoros escondidos se tratasen y tú fueras el pirata que ha decidido hacerse rico, cuando el único de oro aquí eres tú.
Y de veras eres un buen detective; pero pésimo limpiando, porque aún no has logrado deshacerte de
-lo que fuera que tuviese en los labios-


Te veo en los pequeños detalles, y aún más en los grandes.

Te veo cuando sueño, cuando leo, cuando espero, cuando yo desnuda, cuando pasa el tiempo, cuando mis manos se enfrían, cuando me calentabas en año nuevo con técnicas infalibles (en serio, deberías patentarlas)

Joder, te veo en demasiadas partes.

Te veo en los besos que aún no nos hemos dado, en el amor que no hemos hecho.
Te veo en lo que escribo y en lo que no escribo, en lo que pienso, en lo que quiero, en lo que aún no sé que quiero.
Te veo en la indecisión, en el 'poco a poco y con buena letra', en lo que enseño y en lo que me enseñan.



[...]

Eres la más bonita de las casualidades.

He guardado en el armario el vestido de la última noche que nos besamos,
para que todos los demás se contagien de su olor.
He creado una epidemia que no quiero controlar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario